Para trabajar en la red, ante todo y sobre todo, hay que tener sentido del humor, y, además de los mandamientos de los chicos de Indargenia, seguir algunos consejos:
- Pide perdón, nadie es perfecto, cualquiera puede meter la pata. Lo grave no es hacerlo, lo grave es NO RECONOCERLO. La función del community manager es humanizar a la empresa o marca, acercarla a sus usuarios. Así pues, los seres humanos (los que tienen conciencia, claro!) se disculpan de forma sincera y personal. No lo olvides, lo más importante en Redes Sociales es ser consciente de que, más allá de la plataforma, al otro lado del teclado hay personas.
- Identifica y premia a tus «prescriptores estrella», alientales, sé su cómplice y lo más importante, cuídalos. Piensa de qué modo puedes premiar su fidelidad
- Además está el otro 2%, sí, ese 2% que se dedica a tocar las narices, hacer comentarios absurdos y a malmeter. Da igual lo que hagas con ellos, siempre existirá un 2% de idiotas. No le des importancia, no cedas a sus peticiones o demandas, sé educado con ellos y a otra cosa.
- Infórmate al detalle sobre tu marca o empresa, al igual que en la comunicación tradicional, elabora argumentarios y Q&A previamente para que tus comunicaciones sean siempre redondas.
- Acuérdate de los contenidos verticales, recuerda que tus seguidores estén no sólo interesados en la marca que representas, sino en el sector. Ofrece información interesante y complementaria a tu marca, dará valor añadido a tus canales.
- Interactúa y modera, pero no entres en discusiones o polémicas. Debes ser un moderador imparcial y apagar cuanto antes los fuegos. Ante estas situaciones lo más adecuado es mantener la calma y la cabeza fría.
Y lo más importante, y a la vez más obvio, recuerda que no tienes nombre ni apellido y que eres la imagen de la empresa o marca, y tienes que ser consecuente con ello.
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